Enfermedades tratadas

Cáncer de mama

El cáncer de mama es una de las neoplasias más comunes en las mujeres a nivel mundial. Ocurre cuando las células de la mama comienzan a crecer sin control y forman un tumor.Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad son:

-Edad avanzada
-Tener un familiar cercano con cáncer de mama.
-Genética
-Exposición a radiaciones en el pecho a temprana edad.
-Menstruación temprana o menopausia tardía
-No haber tenido hijos o tener el primer hijo después de los 30 años.
-Terapias hormonales
-Consumo excesivo de alcohol.
-Tabaquismo

La autoexploración mamaria no reemplaza las pruebas de detección clínica, sin embargo puede ayudar a las mujeres a familiarizarse con sus mamas y a notar cualquier cambio. Por otro lado la mastografía es la
principal herramienta de detección, es recomendable comenzar a realizarla a los 40 años y repetirla anualmente o según recomendaciones de tu médico.

El tratamiento varía según el tipo y la etapa del cáncer, así como las características individuales de cada paciente. Las opciones pueden incluir:

-Cirugía: Mastectomía (extirpación de toda la mama) o lumpectomía (extirpación del tumor y un pequeño margen de tejido circundante).

- Radioterapia.
- Quimioterapia.
- Terapia hormonal para tumores que son sensibles a hormonas.
- Terapia dirigida
- Inmunoterapia 

Mastitis

La mastitis es una inflamación del tejido mamario que a menudo provoca dolor, inflamación, calor y enrojecimiento en el seno afectado.

También puede causar síntomas parecidos a los de la gripe, como fiebre y escalofríos. Afecta con mayor frecuencia a mujeres que están amamantando, pero puede ocurrirle a cualquiera. 

Los síntomas incluyen:

-Un área sensible o dolorosa en un seno
-Inflamación, calor y enrojecimiento en el seno.
-Fiebre
-Escalofríos y síntomas parecidos a los de la gripe.
-Fatiga
-Secreción blanca o amarilla del pezón, posiblemente con sangre.

Algunas de las opciones de tratamiento son los antibióticos, si es que la mastitis es causada por una infección. Algunas son de comportamiento autoinmune y requerirán un abordaje mucho más especializado con medicamentos y drenajes para su tratamiento. Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ayudar a reducir el dolor y la fiebre. Aplicar compresas tibias o tomar una ducha tibia
pueden ayudar a aliviar el dolor y desbloquear los conductos lácteos bloqueados.

Si sospechas que tienes mastitis, especialmente si los síntomas son graves o no mejoran con las medidas de cuidado personal, es importante consultar a un profesional de la salud. Si no se trata, puede provocar un absceso mamario, que puede requerir drenaje quirúrgico y en ocasiones enmascarar un cáncer. 

Cáncer de ovario

El cáncer de ovario es una enfermedad grave ya que a menudo se diagnostica en etapas avanzadas, lo que dificulta su tratamiento. Puede afectar a mujeres de todas las edades, pero es más común en mujeres
mayores. 

Algunos factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de cáncer de ovario, mutaciones genéticas, edad avanzada, la ausencia de embarazos, terapia de reemplazo hormonal y la obesidad.

Los síntomas pueden ser sutiles y a veces se confunden con otros problemas de salud, lo que puede retrasar el diagnóstico. Algunas de las manifestaciones comunes de la enfermedad son:

- Dolor pélvico o abdominal persistente.
- Distensión abdominal.
- Necesidad frecuente de orinar.
- Cambios en los hábitos intestinales.
- Fatiga inexplicada.
- Cambios en el ciclo menstrual.
 -Dolor durante las relaciones sexuales.

El tratamiento depende de la etapa en la que se encuentre la enfermedad, la salud general de la paciente, entre otros factores. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía para extirpar el tumor y
los ovarios, así como quimioterapia.

La detección temprana es fundamental para mejorar las tasas de supervivencia, pero actualmente no existen pruebas de detección específicas para esta enfermedad que sean ampliamente efectivas. Por
esta razón, es importante que las mujeres estén atentas a los síntomas y consulten a un profesional de la salud si experimentan cambios inusuales en su salud ginecológica.

Si tienes preocupaciones sobre el cáncer de ovario o crees que puedes estar en riesgo debido a antecedentes familiares u otros factores, es recomendable la atención especializada. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden marcar una diferencia significativa en el
pronóstico de esta enfermedad. 

Cáncer de endometrio

El cáncer de endometrio es un tipo de cáncer que comienza en el revestimiento del útero, conocido como el endometrio, es uno de los cánceres ginecológicos más comunes en las mujeres, y su incidencia tiende a aumentar con la edad. 

El riesgo de desarrollar cáncer de endometrio aumenta con la edad, y la mayoría de los casos se diagnostican en mujeres después de la menopausia. Las mujeres con sobrepeso u obesidad, también tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de endometrio debido al aumento de los niveles de estrógeno en el cuerpo.

Los síntomas del cáncer de endometrio pueden incluir sangrado vaginal anormal después de la menopausia, sangrado entre períodos menstruales, dolor pélvico y cambios en el flujo menstrual. Si una mujer experimenta estos síntomas, debe consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.

El tratamiento del cáncer de endometrio depende de la etapa del cáncer y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapia hormonal, según el caso. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden aumentar significativamente las tasas de supervivencia. 

Cáncer de cuello uterino

El cáncer de cuello uterino es un tipo de cáncer que se origina en las células del cuello uterino, que es la parte inferior del útero que conecta con la vagina. Es un cáncer prevenible y curable si se detecta y trata en
sus primeras etapas. 

El Virus del papiloma humano es la causa principal del cáncer de cuello uterino. No todos los tipos de VPH causan cáncer, pero ciertos tipos, especialmente el 16 y 18, están fuertemente asociados con el desarrollo
del cáncer cervical.

Los principales síntomas pueden incluir:
- Sangrado vaginal anormal después de las relaciones sexuales, entre períodos o después de la menopausia.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Secreción vaginal inusual, que puede ser acuosa, con sangre o tener un olor desagradable.
- Dolor pélvico.

El tratamiento depende del estadio del cáncer, su tamaño, profundidad de invasión y si se ha diseminado. Las opciones incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia. Es crucial la detección temprana para
mejorar las posibilidades de curación. Las mujeres deben hablar con sus médicos sobre las pruebas de detección y seguir las recomendaciones para su grupo de edad, así como su nivel de riesgo. 

Cáncer de piel

El cáncer de piel es una enfermedad en la que las células de la piel comienzan a dividirse y crecer sin control. Puede originarse en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en zonas expuestas al sol. Existen varios tipos de cáncer de piel, siendo los más comunes el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma. 

Algunos factores de riesgo para su desarrollo son :

-Exposición excesiva al sol o a camas solares.
-Piel clara
-Historia familiar de cancer de piel.
-Edad avanzada
-Exposición a ciertas sustancias químicas
-Algunos tipos de virus
-Heridas o quemaduras previas en la piel

Los principales síntomas son :

-Cambios en la apariencia de la piel
-Cambios en un lunar existente, como en su tamaño, forma o color.
-Una zona áspera o escamosa, a menudo de color rojo o marrón.
-Dolor, picazón o sangrado en un lunar o en otro crecimiento en la piel.

El tratamiento puede variar según el tipo, tamaño, ubicación y la etapa del cáncer. Las opciones de tratamiento incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida e inmunoterapia.
Si sospechas que puedes tener cáncer de piel o has notado cambios en tu piel, es importante consultar a un dermatólogo u oncólogo.

La detección temprana y el tratamiento pueden mejorar significativamente los pronósticos. 

Cáncer de tiroides

El cáncer de tiroides es un tipo de cáncer que comienza en la glándula tiroides.

Aunque no es común, su tasa de detección ha aumentado en las últimas décadas debido a la mejora de la tecnología de imagen. A menudo, los cánceres de tiroides no causan síntomas en sus etapas iniciales, pero cuando lo hacen, pueden incluir un bulto en el cuello, dolor en el cuello o en los oídos, ronquera, dificultad para tragar, tos persistente sin resfriado y ganglios linfáticos inflamados en el cuello.

El diagnóstico puede incluir exámenes físicos, análisis de sangre, ecografías, biopsias y otros estudios de imagen. El tratamiento varía según el tipo y el estadio del cáncer e incluye cirugía, terapia con yodo radiactivo, radioterapia o terapias dirigidas.

Si sospechas que puedes tener un problema en la tiroides o si tienes antecedentes familiares de enfermedades de tiroides, es importante consultar a un médico.

Sarcomas

Los sarcomas son un tipo raro de cáncer que surge de los tejidos como huesos, músculos, cartílagos y vasos sanguíneos. Pueden ocurrir en casi cualquier lugar del cuerpo, con mayor frecuencia en los brazos, piernas, pecho o abdomen.

Existen más de 50 subtipos de sarcoma, que normalmente se agrupan en dos categorías principales: sarcomas de tejidos blandos y sarcomas óseos. Se desconoce la causa exacta de la mayoría de los sarcomas, pero existen algunos factores de riesgo reconocidos, incluidos ciertos
síndromes hereditarios y/o exposición a la radiación.

Los síntomas varían según la ubicación y el tamaño del sarcoma. Un bulto que aumenta de tamaño, dolor o alteraciones funcionales relacionadas con el sitio anatómico del tumor son quejas comunes. En el
caso de los sarcomas óseos, los síntomas pueden incluir dolor en el hueso afectado, inflamación y a veces, fracturas.

El plan de tratamiento para el sarcoma depende del tipo, ubicación, tamaño y estadio del cáncer. Las modalidades de tratamiento comunes incluyen:

-Cirugía para extirpar el tumor.
-Radioterapia para matar células cancerosas o reducir tumores
-Quimioterapia, especialmente para aquellos sarcomas que son sensibles a estos medicamentos, como el sarcoma de Ewing o el rabdomiosarcoma.
-La terapia dirigida y la inmunoterapia son modalidades
emergentes en el tratamiento de subtipos específicos de sarcoma.